sábado, 6 de junio de 2015

BoscoverySat: Conclusiones de una semana apasionante.

Y llegamos al final de la semana y toca mirar atrás y evaluar los progresos, los logros y los asuntillos pendientes.

Objetivos alcanzados.

El primer objetivo de cualquier project's week es trabajar competencias a través de la ilusión y la motivación y durante esta semana hemos visto a alumnos de muy distintos niveles taladrando y soldando placas de circuito impreso, midiendo parámetros de calidad en las antenas que ellos mismos habían fabricado con más de una sorpresa positiva.

Hemos aprendido de la mano de Ernesto
porqué las antenas tienen esas formas, qué es el ROE, que existen antenas normales y antenas "tramposas".

También hemos impreso en 3D todas las piezas para dos rotores de los diseñados por el proyecto Satnogs y hemos comenzado a construir el primero.

El equipo de profesores también ha aprendido y mucho, hemos visto como alguno de nuestros alumnos es un auténtico artista con las sierras, taladros o cualquier otra herramienta que caiga en sus manos.

Hemos aprendido muchísimo de las tendencias musicales actuales de mano de nuestros DJ's oficiales y también hemos visto como una evaluación basada en retos es mucho más motivante que un numerito que al final no significa nada.

Creo que no ha estado mal para cuatro días, pero es cierto que esto no puede terminar aquí. Tenemos mucho trabajo por delante.

Plan de trabajo y temas pendientes.

En primer lugar hay que terminar la construcción del primer rotor e instalarlo en nuestra azotea, a ser posible conectado a la red del colegio para permitir la operación remota a través de la WiFI.

Para ello hay que comprobar toda la electrónica para garantizar que funciona correctamente antes de integrar todos los sistemas en la caja estanca.

De ser viable, deberíamos publicarlo y compartirlo con nuestros amigos de Satnogs como una mejora de su proyecto inicial.

Tenemos que terminar la antena helicoidal a la que sólo le falta la instalación del plano de tierra y del conector N.

A continuación deberíamos disponer de un modelo del chasis del Cubesat para comenzar la integración y el diseño de las placas de control con las medidas correctas. 

Dado que los materiales de esta etapa son realmente costosos, las primeras maquetas operativas las montaremos sobre un Chasis impreso en plástico.

A partir de este punto toca empezar a diseñar las placas de alimentación, de comunicaciones, los experimentos y sensores que vamos a integrar a bordo, ...

En fin, no creo que nos vayamos a aburrir en mucho tiempo.

Conclusiones.

Revisando desde la perspectiva de casi veinticuatro horas de relax, después de cuatro días de vivir por y para el BoscoverySat, las primeras conclusiones que nos asaltan son las siguientes:

Si en cuatro días con seis horas de trabajo efectivo hemos hecho esto, ¿qué podríamos llegar a hacer en los meses a la vista?

El siguiente aspecto que me viene a la cabeza es la organización del trabajo, tendremos que especializar a personas en tareas concretas y después centrar el esfuerzo en la integración de los productos de cada grupo de trabajo.

El último punto que creo que debemos tener en cuenta tiene que ver con el acopio de materiales. Tenemos que hacer un esfuerzo por disponer en plaza de los materiales más específicos con un margen de tiempo mayor para garantizar que no detienen el proceso de desarrollo de los prototipos.

Agradecimientos.

La lista de personas a las que agradecer su colaboración va comenzando a alargarse y esto es uno de los síntomas de que vamos en la línea correcta. 
La única manera de hacer que este proyecto crezca es creando una red de personas que, movidas por la misma ilusión que nosotros, nos empujen, acompañen y asesoren en los momentos de dificultad, que aún no han aparecido, pero créanme, aparecerán.

Gracias en primer lugar a nuestros compañeros por estricto orden de solicitud de ayuda, aunque en nuestro corazón están todos en la misma posición:
  • Francisco Javier Afonso Palmero: Por el rediseño de las placas y todo el apoyo que nos presta siempre.
  • Juan José Montañez Reyes: Por la fabricación de las placas y por explicarnos como se insolan y revelan.
  • José Domingo Rosales Baute: Por pelearse con todos esos almacenes de tornillería y fijaciones que hablan un idioma que sólo entiende él. Gracias Jose.
  • Miguel Ángel Rodríguez-Manzaneque Borrego: Nuestro as de la sierra radial, que adaptó todos nuestros motores casi sin despeinarse.
  • Dailos Rafael Díaz Lara (Antiguo Alumno): Por el diseño de la placa del LNA, por su implicación como comunity manager y por tantas otras cosas.
En segundo lugar a todas estas personas que nos animan y nos asesoran, que nos contagian de su entusiasmo y nos introducen en ese mundo de la radioafición:
  • Pablo Cruz Corona: Por hacernos levantar la mirada al cielo y obligarnos a escudriñar más allá de la estratosfera para descubrir a esos "pájaros" que nos sobrevuelan.
  • Ricardo Martín: Porque siempre busca un hueco en su agenda para hacerse presente entre nosotros con el fin de sensibilizar a nuestros alumnos sobre la radioafición y todos los valores que conlleva esta actividad.
  • Alejandra Goded: Por su apoyo y el cariño con el que ha atendido a nuestras llamadas. Sabemos que ya te sientes una "Boscoverer" más.
Por último:
  • Al resto de nuestros "Boscoverers" cada vez somos más y cada vez apuntamos más alto, ojalá nunca perdamos la visión de seguir ofreciendo tecnología abierta que mejora la vida de las personas.
Les seguiremos contando el desarrollo de esta nueva etapa de nuestro BoscoveryLab. Gracias a nuestros amigos, compañeros y familiares que entienden que lo que nos da vida, nos permite seguir sonriendo, es la pasión por todas estas pequeñas grandes locuras.

Ernesto y Goyo.

lunes, 1 de junio de 2015

BoscoverySat

Hace algunos días que estamos trabajando a marchas forzadas para llevar a buen puerto el primer "gran" proyecto de este grupo.

Si bien, desde sus orígenes, hemos querido que este grupo se caracterice por desarrollar proyectos "especiales", en este caso, el proyecto más que "especial" es espacial.

Los orígenes de otra locura tecnológica.

Nunca me canso de decir que tengo una inmensa suerte al trabajar donde trabajo, pero aún más de trabajar con quiénes trabajo.
Hace un par de meses, mi compañero y uno de los co-fundadores de esta locura de los proyectos Boscovery, Ernesto Padrón, se aproximó desde el fondo del pasillo con su mítica sonrisita. Me dijo algo así como: "Este año la project's week va de satélites..."

Y aquí nos tienen un año más, fieles a la cita con la #projectsweek15 de Salesianos La Cuesta, con otro reto tecnológico y educativo.

Para los que no conozcan nuestra etapa anterior a la idea de BoscoveryLab, llevamos desde 2012 vinculados a proyectos relativos a globos estratosféricos o robótica educativa. Nuestro hito más importante fue superar los 28.000 metros de altura con nuestro querido y perdido Boscovery2.



El reto de este año nos quiere llevar más lejos. ¿Cuánto más lejos? Dependerá de la colaboración con organismos e instituciones que nos quieran brindar su apoyo. De momento durante esta apasionante semana construiremos una estación de seguimiento de satélites en tierra y comenzaremos a dar los pasos necesarios para tener un modelo operativo de Cubesat para la semana de la ciencia de canarias el próximo Noviembre.

Durante esta semana podrán acompañarnos en esta aventura. De momento ya les adelantamos que tenemos prestigiosos compañeros de viaje. 

Para comenzar, tenemos a Pablo Cruz Corona y a Ricardo Martín del Radio Club Islas Canarias, unas de esas personas que han hecho grande al término "radioaficionado", que desde mi humilde punto de vista es el precursor de pleno derecho de la denominación hacker, mucho más de moda en esta época.

También nos acompaña Alejandra Goded, de planeta ciencias. Que nos asesorará y aportará su visión especializada sobre las tecnologías implicadas en el proyecto.

Este año en la trastienda, pero siempre apoyándonos y asesorándonos, mis compañeros Francisco Afonso Palmero "Paco", Juan José Montañez Reyes "Monty" y José Domingo Rosales Baute. Algunos de los muchos profesores de nuestro colegio a los que les brillan los ojos con los retos y que nunca dejan tirado a un grupo de locos en apuros como nosotros.

Contamos con otros amigos: Jonay Miranda, profesor de la casa hermana de Salesianos La Orotava, que nos apoya desde la distancia ayudándonos con el proceso de impresión de piezas para los rotores de antena.

Y por último Dailos Lara, Sinuhé Alonso y José Luis Cubas, antiguos alumnos de Salesianos La Cuesta y entusiastas de todo lo que huela ligeramente a innovación y tecnología.

En la charla introductoria, sobre "Satélites Low Cost" en el colegio de Salesianos La Cuesta, Pablo y Ricardo nos descubrían los entresijos de un mundo  tan apasionante como el del desarrollo de la tecnología satelital, desde el Sputnik hasta los sistemas actuales centrándose en el estándar Cubesat. Pablo dejaba en el aire la pregunta ¿Podríamos poner en órbita un dispositivo hecho por nosotros ...?

Pablo, no lo sabemos, pero de lo que sí estoy seguro es que a este equipo no le gusta quedarse con ese tipo de dudas.

Estaciones de seguimiento de satélites.

Durante la semana del 1 al 7 de Junio, en el marco de la #projectsweek15 de Salesianos La Cuesta, comenzaremos la construcción de entre una y tres estaciones de seguimiento de satélites en tierra.

Una estación de seguimiento de satélites habitualmente está compuesta por unas antenas, que deben estar diseñadas específicamente para recibir señales en las bandas de frecuencia en las que transmiten los dispositivos que se encuentran en órbita.

Esas antenas deben poder seguir la trayectoria de los satélites que se pretenden escuchar, para ello, deben poder variar el azimuth y la altitud de la antena.

El dispositivo que logra ese objetivo se llama rotor y está compuesto por un par de motores que logran dotar de movimiento a la estructura.




La señal que se recibe suele tener muy poca potencia, esto hace que se tenga que disponer de algún medio para amplificarla. Esto se logra con los LNA siglas que, en castellano, se corresponden con la denominación de amplificadores de bajo ruido.

Todo este conjunto suele orquestarse a través de una serie de programas que conocen la órbita de los satélites y envían instrucciones a los motores del rotor para permitir que la antena apunte en la dirección correcta en cada instante.

Como se pueden imaginar, el diseño de un sistema como este excede con mucho lo que puede lograrse en sólo cuatro días, pero una vez expuesta nuestra intención en una de mis clases, uno de mis alumnos, de esos de los que tengo la suerte de aprender todos los días, Eduardo González, nos dio la clave.

El proyecto Satnosg.

Edu nos puso tras la pista de un proyecto originario de un grupo de hackers griegos, se trata de Satnogs, y sí, he dicho bien, de hackers, de personas curiosas que disfrutan conociendo las entrañas de las máquinas y los programas y que dan lugar a iniciativas tan fascinantes como esta.

El equipo del proyecto Satnogs ha diseñado y construido una serie de estaciones de seguimiento de satélites que pueden replicarse utilizando materiales comunes en cualquier ferretería y una impresora 3D. Esto, por si sólo, sería suficiente para ganarse el respeto de cualquiera, pero ellos han ido un paso más allá y disponen de una plataforma en la que están registradas las distintas estaciones que se van construyendo a lo largo y ancho del mundo. Además su intención es que toda la información que se va recabando desde cada una de ellas, se ponga a disposición del público en general.

Es evidente que el ADN de este proyecto y el del nuestro tienen demasiado en común, así que desde ese momento, comenzamos a convocar a todos los miembros de BoscoveryLab y a algunos amigos para empezar la impresión de las piezas que utilizaremos a lo largo de toda la próxima semana.


La semana de proyectos. #projectsweek2015

Como nuestra project's week vuelve a tener una duración de sólo cuatro días lectivos este año, hemos decidido centrarnos en la fabricación de antenas y de rotores para el seguimiento automático de satélites desde tierra.

Pero BoscoverySat, que es como hemos denominado al proyecto, no termina aquí. Nuestro objetivo final es fabricar un modelo operativo de CubeSat para celebrar la semana de la ciencia en Noviembre de este año.

Sabemos que es un proyecto ambicioso, muchos dirían que descabellado, pero quizá sea por eso por lo que nos lo estamos tomando con tanto empeño.

Daremos por válido nuestro proyecto de estos cuatro días, si este viernes hemos logrado "hablar" con algún dispositivo en órbita y hemos logrado seguir su trayectoria con nuestro rotor.

Sobre los cubesats.

El reto para Noviembre es aún más complejo, queremos fabricar un modelo operativo de Cubesat.

Para los profanos, un Cubesat es un pequeño satélite de forma cúbica y 10 cm de lado, con una masa máxima de poco más de un kilogramo.

Pablo nos contaba el otro día que hay muchas maneras de ponerlos en órbita, alguna incluye el uso de auténticos cohetes, que cuando ascienden al espacio disponen de espacio libre en sus bahías de carga y transportan estos dispositivos, otras veces se colocan directamente "a mano". En fin, como dice uno de nuestros compañeros: "Ese puente ya lo cruzaremos"

Les seguiremos contando cómo evoluciona nuestro proyecto.

Un abrazo.
Goyo.